¡Preparen!, ¡apunten!, ¡fuego!El general dio la ordenel pelotón de fusilamientoel gatillo del amor haló.
Cinco disparos mortalesal unísono coordinadamente sonaronen un golpe seco ensordecedora los cuatro vientos encantó.
Con los ojos vendadoslas manos atadasde nervios temblandoesperaba mi último adiós.
El plomo ardientede las balas de tu hechizose hundía quemanteen mi cuerpo penante.
Se me cegaba la vidaimaginándote míaahora en mi última exhalaciónconfieso que morí desde que te vi.
Cinco disparos mortalesal unísono coordinadamente sonaronen un golpe seco ensordecedora los cuatro vientos encantó.
Con los ojos vendadoslas manos atadasde nervios temblandoesperaba mi último adiós.
El plomo ardientede las balas de tu hechizose hundía quemanteen mi cuerpo penante.
Se me cegaba la vidaimaginándote míaahora en mi última exhalaciónconfieso que morí desde que te vi.
- Autor: Ernesto Spinosa ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2011 a las 02:01
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios3
U.u que lindo... Quiero decir que... Jajá 🙂 no se... Me gusto... Pase un rato muy agradable con está ingeniosa declaración... Porque el amor... Cuando no muere mata... Sí que sí n.n
; )
Cuantas historias asi se podrian contar,la violencia y el amor,casi siempre unidas,un abrazo
un abrazo pues
Oh! que forma tan particularar de sentirse enamorado
Saludos
Esa es mi forma de amar. Saludos.
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