Ni si quiera sé ya donde irán a parar mis letras esta noche. Porque ya resulta tedioso hacerse de las ganas necesarias para construir un girasol, para ensimismarse un minuto a través de aquel brillo palpitante que se resbala por entre los cerros.
Quizá nunca hubo secreto. Quizá siempre estuvimos por encima de nuestro propio destino y con el calor sofocante de la inconsciencia poco a poco degeneramos el valor de un silencio, de una brisa, de un respiro.
Ya nada cambia, aunque lo parezca.
La cerveza sigue tibia y los amaneceres rancios, mohosos, deplorables.
Y ya nada cambia, aunque lo parezca.
Estamos todos locos, estamos todos jodidamente locos. Vivimos borrachos tambaleándonos entre la orina de los gatos. Somos un asco, es cosa de mirarnos, ¿Qué nos espera? Dime ¿Qué nos espera?, somos un asco, somos una gaviota muerta descomponiéndose a orillas del océano, gritando, gimiendo, clamando sin poder hacer más que morir ante el avanzar de las olas, sin poder hacer más que morir ante el avanzar de los días.
- Autor: Fernando Curimán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2011 a las 14:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
Comentarios1
Vale, si que es un canto de tristeza, depresión y cansancio por la vida...
Suele pasar que a veces perdemos toda perspectiva positiva de la vida, pero siempre binen mejores días...
Excelente tu poema amigo...
Un abrazo...
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