La obscuridad del rayo y el callado estruendo del fragor del insípido trueno, se tornan visiblemente opacos cuando restallan en mi cabeza las pisadas que no dejas escuchar porque estas volando en un espacio que me pertenece por ahora en sueños lejanos, llenos de la agonia del sol que nace en la obscuridad de tu ausencia.En callada batalla, los valles aumentan su fuerza cada instante, busco un sublime pétalo de vida donde veo que no estás, y estrecho la interminable agonía de la luna que con luz plateada moja el cielo sin estrellas, y el rocio baja por las raices de los torcidos árboles, que penetran hasta el más profundo respiro de mi ser.
Necesito respirarte cada mañana, y sentir tu luz al cada noche.
¿Dónde está tu luz, oh lucero de mi alma?¿Dónde tus plumas y pétalos rosados,?¿Dónde la suave llanura de tu vientre?¿Tus serenos montes coronados en púrpura y lila? ¿Dónde están al despertar el día, y dónde al nacer la noche?
No tardes vida mía, el tiempo se acorta, no quiero seguir viviendo y muriendo sin ti, ¡Sacúdete el miedo!, extiende tus alas, apresura el vuelo, llega, anídate en mi pecho, cobíjate en mi sangre, libérate en mi alma, no leves anclas núnca más.
Tuyo es mi timón, y tuya la fuerza de mi universo, compartamos deprisa, más unidos el camino que nos queda, pero así, siendo yo en ti, como tú lo estás en mi.
- Autor: Cabo Hunter (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2011 a las 22:56
- Comentario del autor sobre el poema: A pesar de saber que eres solo mía, ésta distancia "razonable" e incomprensible, me atormenta, peor que los grilletes en los pies de los condenados.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
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