Siempre que con Satán converso
es tu nombre la primera tentación.
Alzamos con tu recuerdo una copa,
mientras juntos cantamos tu canción.
Belcebú me conoce
y conoce también al amor,
aquel amigo te conoce
y sabe que el deseo es de los dos.
Es mi cómplice y confidente
pues sabe que en sueños te, me entrego.
Luego me tortura dulcemente,
murmurándome al oído “es un sueño”.
¿Cómo decirte que estaré contigo
hasta que te canses de decirme que no?.
¿Cómo contarte que seré tu abrigo
cada noche que te falte uno mejor?
El deseo que siento no te falta.
Una jaula y los celos están de sobra.
Viviría mis siete vidas bajo tu falda,
intercambiando fantasías en la alcoba.
Don nadie
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