Caricias en tu piel.

Cubrimos la alcoba con nuestros latidos,

como cada estrella todos tan distintos,

siempre amándote y besando tus labios,

al nuestro amor, como siempre entregados.

Entre besos y en nuestra habitación nos extraviamos,

en la embriaguez de la pasión nos deslizamos,

nos enlazamos con inmenso amor con nuestras manos,

en la noche bella, llena de tu dulzura, noche de verano.

Una conjunción de amor y de nuestra existencia,

sombras nocturnas de nuestra conciencia,

te invoco con mi amor en la oscura esperanza,

noche ácida por ti, hasta la última sombra impregnada.

Llenas la alcoba de tu deliciosa fragancia,

suspiros en un elixir de las horas vagas,

mi doncella llenas amor todo cuando pasas,

melodía romántica del piano que la dejas con tu belleza devastada.

Me deslumbras con tu infinita belleza,

con esa sonrisa única, tan llena de ternura mi amada princesa,

te reflejas hermosamente en el espejo,

tu cuerpo hermoso e inocente veo.

Una noche de versos en prosa,

una carita tierna, íntima y melodiosa,

pétalos de las rosas blancas, amarilla y provincianas,

estrella polar que llega a tus pies, se posa en ellos hasta la mañana.

Haces mucho más hermoso el paisaje y la naturaleza,

suelto tu cabello tan lindo que lo sostiene tu tiara,

en la que se deslizan los versos del poeta,

esas pequeñas que danzan a través de las callejuelas.

Noche en la que me encontré una y otra vez con tus labios, hermoso descubrimiento,

haces que las horas no pasen, ni minutos ni segundos, se detuvo el tiempo,

amor entre números, sincero y puro,

tan lleno de tu inocencia caminando hacia el futuro,

viviendo el presente, invariablemente estaremos juntos.

El amor nos pierde en la inmensidad de nuestra alcoba,

con cada beso miro que inocentemente te sonrojas,

acariciando tu cabello suave y denso,

se llena la habitación con el aroma dulce del incienso.

Las estrellas bajan y se posan en el balcón,

toman un poco de la luz, de tu hermoso corazón,

quieren tener más de ti que del sol,

quieren hacer crecer los pétalos de una oculta flor.

“Amor que gozamos en nuestro íntimo nido, entre horas muertas que desaparecen en el olvido, en nuestras conciencias ilusionadas, el amor pone en nuestros besos sus esperanzas, en las caricias que nacen de las almas, todas ellas acomodadas en tu piel, en la dulzura que te da tu sabor delicioso a miel, se llena de ti todos los rincones de la casa, toda su madera, de nuestro idilio que convierte el invierno en primavera.”