Siempre que quise degustar
los sabores de la vida
terminaba besando la puerta de tu casa
tenía la esperanza de que un día se abriera
y salieras tú, vestida de blanco y cremallera
que facilitara y saciara mis dudas de la vida.
Que el sabor amargo de las tragedias se perdiera
en el sabor tan dulce del beso que he deseado
para olvidar que el tiempo que habita tras la puerta
no es el mejor amigo ni mi fiel aliado
que la flor de ese momento
no cayera de mi mano izquierda
y mi corazón no entendiera que le he fallado.
Entender que las puertas no se abren si las besas
y las flores no se cierran si las tocas.
Hoy, mi esperanza desvanece sobre aquella avenida
el sabor de la cobardía mis labios ha agotado
pues el tiempo quiso que aquella puerta se abriera
cuando la miel de tu boca, en otros labios ha caducado.
- Autor: Nasdlo F. Real (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2012 a las 00:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 106
Comentarios2
Querido poeta lo que remedio no tiene ni el llanto lo detiene...
Adelante, no te encierres en jaula pudiendo levantar vuelo, recorre otros parajes sin encasillar tu cielo.
Saludos querido poeta.
Quizás,
quizás,
la esperanza
quizás suele
olvidar
que el tiempo
sean el tiempo después de todo.
Buena entrega.
A. T.
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