Náufrago del desierto entre calles que van sin direcciones.
En un mar seco siempre te has hallado.
Bailas al compás de flautas sin canciones.
Tu cuerpo es ágil y bronceado.
Reloj de veneno precipitado.
Y cristales de sal que laceran.
Lengua bífida el paso hacia la muerte.
Húmeda y fresca, hermosa serpentina viviente.
Tu estigma: la vileza. Según cuenta la gente.
Comentarios2
Impresionante, nada más que decir.
Realmente curioso, Nitocris.
Has dejado en mi esa mezcla de temor y de curiosidad que provoca precisamente esta serpiente.
Me gustó pasar a leerte.
Un saludo
ana
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