Lo último que vi nacer
Fueron las llamas gritando madera
Y entre cenizas
El aroma de un silencio
Cayendo furtivo, malicioso,
Por debajo de mi cuello
Entremezclando sangre y cólera
Tulipán y fósforos.
Violento presagio de la vida misma
Retorced los tiempos
Y el destino en vuestra cama.
En mis manos la presencia,
La ruina de mis ojos
(Equinoccio de mil andares)
Bárbaro lenguaje de los inertes
Consume mis versos cual devastadora estrellaNacieron muertos como la vida mismaNacieron en llamas gritando madera
Fueron las llamas gritando madera
Y entre cenizas
El aroma de un silencio
Cayendo furtivo, malicioso,
Por debajo de mi cuello
Entremezclando sangre y cólera
Tulipán y fósforos.
Violento presagio de la vida misma
Retorced los tiempos
Y el destino en vuestra cama.
En mis manos la presencia,
La ruina de mis ojos
(Equinoccio de mil andares)
Bárbaro lenguaje de los inertes
Consume mis versos cual devastadora estrellaNacieron muertos como la vida mismaNacieron en llamas gritando madera
- Autor: Fernando Curimán (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2012 a las 01:49
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 120
Comentarios2
Serán piojos,
o serán tal vez,
polillas,
o será que los árboles,
no crecen
por alcanzar al sol,
y sólo crecen,
por olvidar al sol.
Sabe, su poema tiene un interesante surrealismo, tanto que me ha dejado mirando ver la luna como sí no existiera.
Buen poema.
A. P.
Bárbaro lenguaje de los inertes
Consume mis versos cual devastadora estrella
Nacieron muertos como la vida misma
Nacieron en llamas gritando madera..
Muy bueno tu poema, surrealista, con una imágenes muy interesantes...
Un abrazo...
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