LAS ABARCAS' DESIERTAS
Por el cinco de enero,
cada enero ponía
mi calzado cabrero''
a la ventana fría.
Y encontraban los días,
que derriban las puertas,
mis abarcas vacías,
mis abarcas desiertas.
Nunca tuve zapatos,
ni trajes, ni palabras:
siempre tuve regatos''',
siempre penas y cabras.
Me vistió la pobreza,
me lamió el cuerpo el río,
y del pie a la cabeza
pasto fui del rocío.
Por el cinco de enero,
para el seis, yo quería
que fuera el mundo entero
una juguetería.
Y al andar la alborada
removiendo las huertas,
mis abarcas sin nada,
mis abarcas desiertas.
Ningún rey coronado
tuvo pie, tuvo gana
para ver el calzado
de mi pobre ventana.
Toda la gente de trono,
toda gente de botas
se rió con encono
de mis abarcas rotas.
Rabié de llanto, hasta
cubrir de sal mi piel,
por un mundo de pasta
y un mundo de miel.
Por el cinco de enero,
de la majada'''' mía
mi calzado cabrero
a la escarcha salía.
Y hacia el seis, mis miradas
hallaban en sus puertas
mis abarcas heladas,
mis abarcas desiertas.
'Calzado de cuero crudo que cubre solo la planta de los pies, con reborde en torno, y se asegura con cuerdas o correas sobre el empeine y el tobillo. Se hace también de caucho (DRAE).
''Porque el que enuncia es pastor de cabras.
'''Arroyo(s) pequeño(s) (DRAE).
'''' Lugar donde se recoge de noche el ganado y se albergan los pastores (DRAE).
Miguel Hernández, En Poemas sueltos.
- Autor: marcquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de enero de 2012 a las 23:30
- Comentario del autor sobre el poema: Los que padecimos alguna vez de estas cosas, entenderemos lo que dice, y, los padres, ¿entenderemos en qué momento las abarcas dejan de dar tristeza, para dar miedo?..
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 382
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