Tengo el recuerdo del árbol
por cierto, un mante,
el mejor recuerdo de la infancia
que me arrastra hacia arriba,
con un miedo luminoso, el vértigo
tanto a la vida como a la muerte,
Y el libro, de esos condensados
hasta eso, corto y sustancioso
como un pájaro acariciado,
lo abrazo y lo devoro, el libro…
Mi infancia y el perfume del mante,
maduro, frutilla espesa,
me llena la boca de flores
amarillas,
Aprendo a vivir de las memorias,
Acaso envejezco sin ese árbol, sin ese libro…
- Autor: martel zapata ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2012 a las 01:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
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