Con tanta impotencia,
qe tengo tendencia,
a ponerme en evidencia,
si tu perfume roza mis sabanas con tus transparecias.
Y parecia que con mis precipecias no me atreberia,
a pesar de ser de carne hueso y tener arterias,
si las cosas no son intensas uno se cansa,
y si estan demasiado tensas uno se amansa.
Y parecia que no lo dirias nunca,
acariciandote la nuca,
mientras otra hoja ya caduca,
18 inviernos muy frios,
tan frios que educan,
a meterte en lios,
tan frios que crean afonia,
y tan oscuros que la soledad te hace compañía.
Dime tu,
que esperas de un poeta,
que llora a la nada,
por buscar una razon concreta,
que no sea la situacion dada,
y dime tu,
que esperas de alguien que no espera nada,
mas la gratitud y mi buen estar,
es lo unico que os puedo prestar,
por compensar esa mirada,
visita guiada a los rincones mas estrepitos de la existencia,
donde el alma se mezcla con el aire,
y yo acaricio tu regazo.
- Autor: Mark (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2012 a las 09:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 134
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.