Tu nombre, evidencia oculta como el amarillo en los brazos de un sol rebosante, como el acento en las palabras de una boca que cuelga desde las iglesias del cielo, como la terquedad en las olas que estallan en rocas marinas o como la nostalgia en las plumas de un ave que viene de lejos. Tu nombre, sinfonía en las transparentes venas del viento, el sabor que queda en mi paladar como los dulces de la infancia. Serenata por la que danzan las estrellas inmóviles, el motivo por el cual el espacio entrega su oscuridad. Tu nombre, elocuencia y afonía, el secreto del silencio, la feria del estruendo, el barro de la palabra amor. Tu nombre… la maestranza de donde nazco cada vez que se pronuncia.
LRL
13-1-2012
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de enero de 2012 a las 14:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 50
Comentarios2
Belloooo...
El nombre de ella
no cambia,
es decir,
en su poema o prosa,
siempre es todo,
siempre es nada
siempre es algo,
y queda siendo el todo de una letra,
como el algo de una palabra,
y el universo del poema.
En sí su poema me ha gustado.
A. P.
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