A la que vos sabéis
de una tarde sin dormir que la pensé
IV
Sabor como ni uno en el mundo
de fruta carnosa y rosada,
oasis, translúcido insumo
rodeado por casas de nácar,
portal a un espacio profundo
que busca la vida y la atrapa;
el agua a mi sed vuelta en humo
y lecho termal de otra espalda,
tormento de dios para el uno
y fuente bendita en la nada;
¡hay vida en tu boca!, ¡lo juro!,
y el cielo me enhila una trampa,
hay vida en tu boca y la ayuno,
¡hay vida! y no puedo tomarla.
Marco Quezada
- Autor: marcquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de enero de 2012 a las 17:36
- Comentario del autor sobre el poema: El cuarto paso del camino, casi termina y seguimos jugando. Este son puras metáforas de su boca y finalmente la impotencia que genera el no tenerla.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 39
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