A la que vos sabéis
de una tarde sin dormir que la pensé
V
Te he escrito estos versos callado,
despacio y soñándote a solas,
de espaldas al vidrio del cuarto
desprecio el andar de las horas,
te he visto en mis ojos cerrados,
he abierto los ojos: me robas,
me robas los versos, el rato,
el sueño, la tarde, el ahora;
y ciego hacia ti voy descalzo
por tierra y espinas sin rosas,
con un viejo libro en la mano
mas nuevas y sueltas las hojas,
camino en los versos que te hago;
camino en los versos que ignoras.
Marco Quezada
- Autor: marcquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2012 a las 16:55
- Comentario del autor sobre el poema: Bien, esta es la última entrega del poema y termina el juego: ¡Nadie me dijo que no son décimas! En la publicación de la primera parte del poema expliqué en el comentario del autor los detalles de título y los técnicos, donde comenté que no respetaba ciertas reglas deliberadamente y presenté como décimas las estrofas; pues no lo son: Cada estrofa tiene catorce versos, por lo que, amén de los requerimientos sugeridos, serían una suerte de sonetos. En fin. Sólo me gustaría agregar de esta parte que los versos que mencionan un libro de hojas nuevas pero sueltas, refieren a las fotocopias de "El manto y la corona", obra del último gran poeta mexicano (vivo), que es, en mi humilde opinión, Rubén Bonifaz Nuño.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 56
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