En vano me protejo de esta idea,
me oculto inútilmente a tu mirada,
me aparto de tu estancia y vas a cada
espacio donde el alma se recrea.
De poco servirá que no te vea,
de poco la distancia que delgada
te arroja en transparrencia perfumada:
Natura exige que tu esclavo sea.
Yo juego a resistirme, a que pase
de largo el ominoso y dulce dardo
el terno infante amor, y su locura,
pero ay de mí si acaso me rebase
la llama de pasión, que ya no tardo,
en ir a derrotarme en tu cintura.
Marco Quezada
- Autor: marcquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2012 a las 17:06
- Comentario del autor sobre el poema: Nadie puede ocultarse del amor, siempre nos hallará, en donde sea.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 161
- Usuarios favoritos de este poema: Jareth Cruz, LUCERO DEL ALBA
Comentarios2
Hermoso tu soneto y con cuanta verdad bellamente plasmada.
Saludos
Gracias Lucero, se hace lo que se puede, a menos claro que no se pueda hacer nada; como en el soneto.
Un gusto que me hayas visitado, saludos.
buen soneto, poeta!
¡¡Amén!!
Muchas gracias compañero, me seguiré esforzando.
Saludos.
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