Caía la lluvia ligera,
Sobre la tierra seca y falta de agua,
Corría sin bruma naviera,
Sin interrumpir el paso de lo que un paraguas fuera…
De pronto el cielo más que azul,
Aquel que se creía no dar más que sol,
Transformase su claro tul,
En el gris y oscuro de nubes el color…
Habitantes de la mística,
Tierra de nobles paisajes,
Tranquilos se paseaban,
Vacilando el cambio del clima el viaje…
Sorpresa que vuestra tierra ha brindado,
Cansados de esperar perdieron la esperanza
Y cuando menos se pudieron percatar,
La lluvia caía mansa…
Tierra bendecida por los dioses,
Santuario protegido por el mar,
Era de la brisa el roce,
Aquel que los hacía suspirar…
Poco a poco las centinelas,
De agua en la tierra se vinieron a agrupar,
Creando charcos que parecieran,
Que muy pronto se convertirían en algo más…
Las cascabeles sorprendidas,
Al encuentro de la lluvia han salido,
Mientras de noche en las penumbras,
Las más pequeñas han dormido…
Y en un ritmo de lluvia y brisa,
Todos alegres a la par,
Tierra de nobles bendecida,
Disfrutando de agua sin igual…
El águila abrió las alas,
A sus críos pretendía proteger,
En sus picos no había palabras,
Aquello que caía querían conocer.
La ardilla mientras tanto,
A su guarida corría,
Protegida por el manto
De la codorniz que paso se habría…
A la mañana siguiente,
El desierto era otro,
Por todos lados vertientes,
Ya no parecía solo…
- Autor: diferente ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2012 a las 12:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 127
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