Siempre fallecemos en lugares recónditos
donde el mar suena discontinuamente
y la doblez del alma solicita
verdades como puños.
Siempre en algún lugar habrá una esperanza
que le de la mano a la fatiga del mañana;
por siempre se ampliarán los horizontes
aunque los profetas de “lo negro”
clamen lo contrario.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de enero de 2012 a las 18:12
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 38
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