Arrancamos la fibra de lo útil
con nuestras manos de tristes encuentros.
Solicitamos un entendimiento imposible de comprender
cuando no somos más que aves de paso y deudores
sin conciencia ni buenas maneras.
Fatigados frente al orgullo de ser hombres
lamentamos todo aquello que no nos hizo prosperar
ni medrar…
Quizás en otro lugar o en otro páramo corrupto
logremos inclinar la balanza de lo blanco y lo oscuro,
ocultando bajo los rostros de la indiferencia
el lugar idóneo para demostrar felicidad.
- Autor: Alexander Vórtice (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2012 a las 12:39
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 58
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