Cada hora era idéntica, no en su longitud como en su entretenimiento, las palabras seguían cayendo una a una, y la tarde se hacía pequeña como la estatura de un niño. Eso sucedió una tarde no pensada de Sanborns, que paso de la soledad, la ausencia, a la fascinación, al regocijo de palabras no estrenadas.
En las copas de vino nacían las declaraciones, las propuestas, fue una tarde de deseos sin piel, sin roce apenas de los dedos, de líneas de preguntas que buscaban el paralelismo de almas que recién se encuentran.
De quizás escondidos, y porque nos, de descubrir si acaso hubiera o tuviera una luz escondida en su espada, o si no hubiera o tuviera un aire que no corriera apasionado.
No habría más que cruzar el puente, esperar a que ella caminara o caminar lentamente hacia ella, desde lejos percibirla, oírla, sentirla, para saber que podría estar ahí, estar para siempre, y no bañada de recuerdo…, de síes.
He de cruzar el puente
Que me lleve hacia su boca,
Hacia sus lindos ojos
Ese día no bebía yo, le confesé mi devoción pos sus labios, le mostré mis manos, vacías de caricias, bebía su copa de vino, yo pedí mi licor 43 con expreso; yo la hubiera esperado que se presentara con su sombrero, vestida de blanco o azul, de cualquier manera la veía apurar su copa de vino y corregir mi mano que había tomado por descuido la copa como grand marnier; sentía el calor de su mano, mientras en secreto consultaba los oráculos pidiéndoles descifrar el misterio debajo del ala de su sombrero ausente, sin que ella se diera cuenta.
Era yo un niño que soñaba,
Con un caballito de crin larga
Y largas piernas,
Un Caballito que me llevara
Del tártaro al Olimpo
Del Zenith al Nadir
Del sueño a la fantasía
Mi mente era un trampolín, acechante de gestos y frases, B enigmática me miraba de vez en cuando, seguíamos la conversación de su amiga T, era una tarde con sabor amigable, junto a una mujer cautivadora. En la televisión colgada, se deslizaban los tiempos de un partido de futbol, sustituido mas tarde por música en vivo, que se esforzaba por ambientar nuestras miradas, mi deseo contenido de su boca.
Quiero poner en mi vista
Solo en ella….,
Felicidad!
El espacio Breve,
Romper su halo de cristal,
Línea y plano
Tierra que promete
Ramas que se cruzan
Fertilidad.
Encantado, una despedida, una promesa, un verso dedicado, sentirme cautivado, cortejado
Halagado.
La espera para la próxima cita, alimentada de una foto con sombrero y un verso, con pies descalzos, sin ilusiones realizadas, sin nada a cambio como ella cita; solo en espera de volver a encontrar nuestras miradas.
- Autor: Jordi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2012 a las 17:59
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: LUCERO DEL ALBA
Comentarios2
Divino tu trabajo poético muy bueno, abrazos un gusto pasar por tus bellas letras.
Bella prosa poética y una espera des u regreso-
Besos
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