Ahora cierro los ojos, y no hay nada,
que me impida soñar a mi albedrío,
que tus labios se funden con los míos,
y soy dueño del sol de tu mirada.
Tengo toda la noche reservada,
para hacer de tu piel mi señorío,
beberte cada gota de rocío,
y aspirar tus esencias perfumadas.
No quiero que la aurora me sorprenda,
sin haberte surcado beso a beso;
sin haberte explorado cada senda,
dejándote caricias en exceso,
que mi amor al tocarte te aprehenda,
y quede para siempre en tu alma impreso...
- Autor: julio0302 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de enero de 2012 a las 23:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: miriam quintana, Lissalyh
Comentarios1
preciosos bersos
saludos.
Muchas gracias, amiga
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