(LA HISTORIA DE MIS DÍAS)

Hubo en mi vida, un largo camino,
hoy un pasado a la distancia,
también sueños sin llegar a destino
que murieron en los ojos sin clemencia.

y hubo un día feliz... Que se fue,
como se va para siempre la infancia,
hubo también, noches de dolor que soporté
con puños entrelazados, sin arrogancia.

Y todas aquellas mañanas de abandono
de un tonto y necio, amante del dolor
que vivió del otro lado de su mano,
sin amor y un destino sin color.

Hubo rostros, que se volvieron desaire,
lugares con locuras junto al fuego,
sonrisas, que solo partieron en el aire,
y una voz que dentro de su juego.

Dijo su verdad, en honor al amor de nadie,
hubo un hombre, atrapado entre muros,
(En la historia de mis días) cruzando la calle,
entre el fin del pasado y el principio del futuro.

Hoy, sólo vivo de frescos amaneceres
allanando el cristal de mi ventana,
el presente de este mundo es menester,
sin música nostálgica que desgana.

He aprendido del dolor, del sufrimiento,
que hay que vivir de risas y placeres
con ternura, y de afectos sediento,
con el fulgor de las palabras en quehaceres.

Tal vez... Yo mismo me contradigo,
pero vida para mi, no es solo un recuerdo,
manifestándose en el alma como mendigo,
con versos de amor, donde me pierdo.

y transcurro así en la fina silueta del ocaso,
como un fugitivo extraviado y olvidado,
escapado de las sombras del fracaso,
pero quién soy, eso no lo he olvidado.

Sí... Sigo siendo aún yo mismo,
y dentro del mundo posado mis ojos,
ya no encuentro vacío mi abismo,
puedo devolver miradas y complacer antojo.

-JOLUCEN-
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