Puedo decir y quejar,
y representarme
el mal reparto de esta vana vida,
de los siniestros dioses hacedores de pecados.
Puedo fastidiar,
y fastidiarme,
de los padres de cada día y de su contexto ocioso.
Puedo ver el imperfecto mundo tal cual es,
y aceptarlo, disgustado,
viendo la oscura realidad.
Contemplar que la mentira es lo único que funciona y nos mantiene a salvo,
por ese amago de representación.
También puedo ver esa mentira y recapacitar...
Y ver el mundo entero con la Fe de su existencia.
Tener treinta años y
pisar un suelo que se me escapa.
Alegrarme del aire que respiro
y del que dejo a los demás.
Que mi perfecta madre así lo sea
como mi mujer lo es en realidad,
y que aunque a Dios no le comprenda,
ni si quiera entender,
es mejor morir cada día
que de una sola, y dichosa, vez.
- Autor: Media Mar Morada (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2012 a las 11:45
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: JUAN IGNACIO GIMENEZ
Comentarios1
🙂
Ja, el humano y sus pretextos, ja el humano echándole la culpa a más culpables.
Es cierto, amigo. Y la cabeza que nos juega malas pasadas, mostrandonos cosas que no son, mentiras, o quizás esas mentiras sean las que merezcan la pena, o querer y amara el mundo tal cual es, muchas veces olvidándonos de nosotros mismos...
Gracias por escribir. Muchas gracias.
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