Ausente, pero siempre presente, intentando escribir algo que llamamos poesía.
Vehículo imaginario de realidades
soñadas en suspiro eterno,
oleaje fantasma de
recuerdos imborrables,
que dejo tu existencia
a mi lado.
Retrato de juventud olvidada,
tan bellos recuerdos
dejaste en mi alma,
abandone mi vida
cotidiana,
para unirme a ti.
Comencé a vivir
realmente,
despertaste ternura en
mi alma envilecida,
me hiciste tomar
conciencia real del
devenir de la vida,
fui capaz de apreciar
al ave feliz,
que surca el espacio
en pos de sus crías.
Te fuiste apoderando
de mi existencia,
al contemplar tu
ternura infinita,
al acariciar mis cansados
brazos,
en defensa de nuestro pan.
Plegaria elevada,
al percatarme de tu
heroísmo,
por defender las verdades,
locura juvenil,
al unir nuestras almas
como solo una.
Cuanto extraño tu
presencia cuando voy
al mercado
y no se por dónde
comenzar,
todavía te percibo
entre el regateo con
los vendedores,
compras solo lo necesario.
El valor me falta
para sobrellevar la
lucha cotidiana,
que iniciábamos juntos
día con día.
Siento que tu recuerdo
hace mella en mis sentidos,
gracias a esa presencia
aún justificada
muy dentro de mi alma,
trato de continuar el camino
sin dejarme torcer el brazo,
hombro con hombro,
con el afán sostenido
te percibo aún
junto a mi…
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel
- Autor: Carlos Dos Santos Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de enero de 2012 a las 12:40
- Categoría: Amor
- Lecturas: 25
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.