No es que dude de ti, ni de mí, ni del entorno
que nos persigue como una salamandra,
o que nos moja el alma
como una llovizna breve en Nicaragua;
no dudo de la cama, de la almohada,
de la cabecera que apenas roza tu cabello
dudo del tiempo, que detuvo aquel encuentro
entre tus labios
donde esta duda hace pausa…
dudo de todo incidente, al estar contigo,
dudo de tu brazo, de tu mano,
del espacio que había en tu mirada
(espejo de tu alma en que dudo)
Dudar es parecido al celo…
O es un celo quizá, que esta callado
pero despierta con los años
por eso no dudo de ti, ni de mí,
la duda es clara y contundente
nos encontraremos tal vez
en un lejano instante;
¿pero me reconocerás?...
La ilusión de la juventud se habrá acabado
entonces comenzará la vejez a recordarte.
que nos persigue como una salamandra,
o que nos moja el alma
como una llovizna breve en Nicaragua;
no dudo de la cama, de la almohada,
de la cabecera que apenas roza tu cabello
dudo del tiempo, que detuvo aquel encuentro
entre tus labios
donde esta duda hace pausa…
dudo de todo incidente, al estar contigo,
dudo de tu brazo, de tu mano,
del espacio que había en tu mirada
(espejo de tu alma en que dudo)
Dudar es parecido al celo…
O es un celo quizá, que esta callado
pero despierta con los años
por eso no dudo de ti, ni de mí,
la duda es clara y contundente
nos encontraremos tal vez
en un lejano instante;
¿pero me reconocerás?...
La ilusión de la juventud se habrá acabado
entonces comenzará la vejez a recordarte.
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de septiembre de 2009 a las 10:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
Comentarios3
muy lindo amigo, te felicito
Hermosas palabras.
Es muy grato leerle, bello poema.
saludos
Bellísimo
Felicitaciones
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