El teléfono
Objeto de diferentes formas y tamaños
Donde hablas y escuchas toda clase de ruidos
Hasta los más extraños.
Desconocido ayer, imprescindible hoy.
Tu sonora alerta Erizas los vellos,
y estremeces los nervios
Recorres la gama de la duda
a la desesperación por contestar
Algunos bajan el volumen
Hasta casi no escuchar
Otros se alejan
Para poder hablar
Cuantos secretos en tus circuitos
Guardas, misteriosas palabras
Han cruzado tus perímetros,
Para templar las neuronas auditivas.
Recónditas ideas,
Han dado la vuelta al mundo
En 80 milisegundos de tonos
Buscando vivaces tímpanos
¿Quién?, no guarda en su memoria,
El día que contestó el teléfono
Para recibir aquella noticia
Buena, mala, trascendente para la vida
¿Quién?, no guarda en su memoria,
Aquel adiós tonificado
Aquel llanto
Escuchado a la lejanía.
Tengo mi teléfono y mi día,
Como todos lo tienen,
Tengo mi día y mi llanto
Que habita en mi alma de por vida.
Nilo Arturo
- Autor: Mirazu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2012 a las 13:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
Comentarios2
Excelente!
Un abrazo!
Es verdad lo que dices en el poema, el teléfono guarda miles de secretos,recuerdos...algunos bellos,algunos tristes y también amargos, es cómplice en muchas cosas y cuando esperamos un mensaje o una llamada especial, ¡vaya, que su sonido nos eriza el alma!
Felicidades amigo, muy interesante.
Gracias por tus comentarios, amiga eso me llena de alegría
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