“Cuántas veces no hay en que estamos presos de alguien. Viviendo a su lado, y muriendo de soledad al mismo tiempo. Compartiendo tan sólo un recuerdo”.
Transcurren días solitarios
en la vida
de quien te quiso.
En su cabeza
navegan intactos los recuerdos
de tu niñez.
En el viento
aún se perciben
las blancas manos
que lo abrazaron.
Sí, eran las tuyas,
pequeño amor soñado.
De ti él espera
la fantasía en las noches,
el beso en las mañanas,
el llanto en su regazo,
la risa que nace en tu mirada.
¡Míralo!. Está ahí
postrado ante la tumba
que sembraste
el día que con tu mirada
le dijiste que no lo amabas.
Se pasan tardes desoladas
en este pueblo,
sin tu compañía.
Con tus sueños
clavados en el ocaso,
él sólo añora
convertir sus sueños
en palomas,
para que vuelen hasta los tuyos.
Pero se ha propuesto una tarea.
Llegar a casa,
mirarte mientras comes,
piensas ó sueñas,
y marcharse
para seguir soñando
que un día
fue suyo tu aliento.
El está muriendo;
en su agonía
repasa la historia,
mientras el viento le roba una lágrima.
- Autor: Freddy Duque (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2012 a las 14:37
- Categoría: Triste
- Lecturas: 77
- Usuarios favoritos de este poema: Emilse
Comentarios3
Oh que bello poema!! Me ha gustado mucho!!
Un abrazo del alma.
EMilse.
Hola Emilse. Me siento muy feliz al enterarme que te ha gustado mi escrito. Muchas gracias.
Qué lindo poema!
Un abrazo.
kelly muchas gracias por pasar a leerlo
Cuántas veces... Cuando el enamoramiento desaparece o la rutina se instala, asoma la soledad al lado de sa persona..
Buen fin de semana!
Es muy cierto lo que dices Marea. Gracias por leerme
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.