Poema Padre, de Carmen Diez, del libro, Con el alma desnuda. Murió este gran padre...

Angel Reyes Burgos

Con las palabras que un día

de niña tu me enseñabas,

en la noche me acunabas

mientras tu voz yo sentia

y a la luna yo quería

contarle historias bellas,

escalar a las estrellas

y en su tierra escribír

lo que de tanto oír

me contabas tú en ellas.  

Con estas palabras quisiera
en este papel sembrar
en estas hojas plasmar,

lo que mi alma sintiera

y la infancia a mi volviera,

volver a sentir el candor

de aquellos años de ardor

donde el mundo jugaba a ver

en tus hombros sin querer
henchido el pecho de amor.

Qué bello el mundo giraba
bajo el universo de tí,
en tus brazos yo viví
como un hada que reinaba
en un pais que imaginaba
gozoso, alegre y contento.

Eras tú padre el viento
timón que me hizo navegar,
el puerto adonde anclar
cuando perdia el aliento.

Mi vida tuvo gran suerte
pues fue, padre, mi sino
andar contigo el camino,
siempre a mi vera tenerte,
sintiendo tu abrazo fuerte
y el calor de una mirada
que aún siendo callada
me podia levantar
y volver a comenzar
de tu mano sosegada.

Este poema lo escribio en su libro, Con el alma desnuda. 
En esta triste hora en que falleció su padre, quiero ponerlo aquí como un pequeño tributo.
En el prólogo del libro, Camino de silencios y palabras, firmado por el escritor, Joaquín Peña,
comenta del libro esto...Para mí es, tal vez, el mejor de los libros que se han escrito en mucho tiempo y
la mujer que lo firma, que pacientemente ha recopilado con amor su propia obra a traves de los años, es la autora con más talento y creativo y sensibilidad que jamas yo haya conocido...es el mejor libro de poesías
editado en nuestra bendita lengua castellana...

Yo cuando lei el prológo sin haber aún leido sus libros, me parecio algo exagerado, pero cuando terminé de leerlos, comprendí la firmeza y rotundidad de lo que el señor Peña afirmaba.
La profunda humanidad que emana a traves de sus poemas y narraciones, te hacen participar de las penas, alegrias y dolores ajenos con una intensidad que jamás conocí. Me dá la sensación al leerlo, que todos sus personajes son reales y aunque no lo sean, todos nosotros hemos conocido a algún Juanon...que me hizo al leerlo expresar en voz alta ...kabronazo y con un final propio de una serie de Ibañez Serrador...Historias para no dormir...Esa narración me impacto.
Con sus poemas y relatos, he reído, llorado y sobre todo he vivìdo una experiencia unica en mi vida al leer libros y leí varios cientos a lo largo de mi historia y su valor humano para mi es tan grande, que tendria que ser de obligada lectura en la facultad de Humanística...sus libros no son de estanterias, son para cargarlo en la mochila de nuestras vidas...

Desde que murió mi abuela siendo yo muy joven, a  los pésame de las personas que llegaban a casa, le llamé, pesame de aire, por que al mirar a los ojos de la gente, me resultaba, inoloro, incoloro, e insipido...
Jamás conseguí decir en mi vida, siento tanto su digusto...y me limito a estrechar la mano o abrazar, dependiendo de mi sentimiento por la persona...
Ese día, mi casa no olia a chorizo como en el velatorio del relato de Carmen, por que era de mañana y si olia a café aguardiente, coñac y el humo del tabaco que se mezclaba con las risas de la habitación contigua.
Odie los velatorios de aire, los rostros y las palabras hechas con aire...

A ti, Mi querida amiga Carmen, solo te digo que tu sufrimiento es el mio y tu pena mi gran pena.

Ángel Reyes

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