Te recuerdo como eras el último verano.
Eras la alegría permanente, en el corazón
que llora saciado y sin dolores,
en tus labios se dibujaba el amor,
los versos renacían en tus ojos de princesa amante.
Te recuerdo como viajabas en el último crepúsculo,
junto al lado mío, dándome tu amor sublime,
enseñándome a amar con tus caricias tiernas,
yo, cayendo a tus brazos como un pequeño niño engreído.
Te recuerdo en las lluvias de aquel verano engañoso.
Eras la tormenta perfecta para calmarte de placer,
para acorralarme a tu junco silvestre aromático.
Te recuerdo en todas las noches calurosas de setiembre,
que como reíamos, nada nos importaba en ese momento,
los dos bañándonos con arena, sin saber por qué lo hacíamos,
el mar nos bañaba suavemente,
la luna, nuestra fiel confidente... te hacía más hermosa.
Recuerdo el último día que estuvimos juntos,
habíamos llorado, reído, nos perdimos en la bruma del sueño,
juntos como nunca... distraídamente sin conocernos.
Te recuerdo, lloro, rió, vuelvo a llorar, leo tus cartas,
recorro este inmenso vacío sin tu presencia,
me desespero, me calmo; busco como encontrarte,
no lo consigo, vuelvo a buscarte... recuerdo que ya tu no estas aquí,
el corazón se me cae, rezo por ti,
mis ojos se cierran, te veo venir hacia mi encuentro.
- Autor: El inmoralista (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de febrero de 2012 a las 22:26
- Categoría: Amor
- Lecturas: 85
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