Tu boca, fugaz como la sílaba que rompe la noche y cae al piso como un rayo personal, que me hace soñar aun cuando estoy despierto. Tu boca, mitad de otro mundo, mitad silencio, quisiera estar allí cuando despiertes, quisiera estar allí mientras estás durmiendo, beber… de su aliento… Tu boca, divina existencia, de la mía hoy es su inevitable demencia, que solo quiere, dementemente, arrancar de la noche las silabas de la palabra fugaz y saborear su estruendo… permanentemente.
LRL
12-2-2012
- Autor: Leandro Rodríguez Linárez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de febrero de 2012 a las 10:35
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
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