Sin intención alguna, mirarte yo pudiera
o voltearas siquiera a mirarme tú a mí;
como la aurora se asoma
apenas sigilosa en un mañana frío
lluvioso y sin amor,
entonces yo… creería en tu palabra triste
que dices a mi oído
como un moribundo que apenas
balbucea un adiós.
Comprendería por ende
que todo se ha acabado,
aquellas noches tibias -en mis manos cansadas-
tatuadas quedarián
en mis brazos y pecho…
por eso cada tarde que la aurora se asoma
apenas titubeante
bajo la lluvia de un mañana ya frío
me viene a la memoria
que un mañana como éste, dejaste de buscarme
sin un motivo entonces.
Sin un adiós quizás.
- Autor: el poeta irreverente (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de septiembre de 2009 a las 13:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: Sergio Jacobo "el poeta irreverente"
Comentarios2
Triste amigo, pero no por eso menos bello.
Petonets,
Libra *M*
Buen poema, la tristeza nos inspira a escribir cosas bellas.
Muy bello poema, aun con la nostalgia del olvido.
Saludos y un abrazo
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