¿Día... de brillo intenso!
que ensombreces mi conciencia
y anulas en mí el valor,
para apagar el calor,
de mi debil existencia.
¿Noche... oscura! Y sin embargo,
permites ver a través
de la espesa oscuridad,
la vida del revés.
De noche... todos acostados
en busca de su propia claridad,
unos solos, otros acompañados,
duermen con pasmosa tranquilidad.
Mientras... yo, en mi ansiedad,
vago, por oscuros callejones
de abandono y soledad,
por eternas calles de depresión,
caminos... irrespirables,
que producen desesperación
ante lo irremediable
y exaltación, ante lo imposible.
Laberintos... que desorientan
nuestras vidas...
Añorando su presencia, le busco,
en cada rincón de la ciudad,
le busco en cada objeto,
respirando su presencia;
me enfrento a su ausencia,
a su insoportable silencio,
como... la última palabra fiel,
que envuelve mi mente
y me aleja de su piel.
Cada vez que a lo lejos veo,
a alguien que se le parece,
siento como un mareo,
mi palpitar crece,
aumenta mi sufrir,
las fuerzas me traicionan
y ya no quiero vivir.
A veces no se que hacer,
mi vida... es como un sueño,
¿o peor! Como una pesadilla,
que continúa al amanecer.
Juego... a imaginarle como siempre,
inventarle, a crearle, a encontrarle...
y se aparece, con distintos rostros
y a cada uno de ellos, he de hablarle
y hablarle...
y hablarle...
como si las palabras,
significasen algo entre nosotros...
Pero sigo, sin saber que hacer,
¿lo que me dicte el corazón?
dejarme llevar por el abandono?
¿por la autocompasión?
o dejar que el tiempo,
como remedio al dolor
y ejecutor de desdichas,
borre este mal... de amor.
J.Plou
Comentarios1
A veces buscamos, encontramos, y perdemos.
Y entonces creamos en los sueños y seguimos viviendo
Me gustó sentir si escrito
Gracias compañero, por leerme.
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