Dos niños se encontraron,
en la puerta de una iglesia,
los dos niños se abrazaron,
al recuerdo de su madre muerta.
Uno le decía al otro,
entre lágrimas y sollozos,
si Dios es piadoso,
deje a mi madre entre nosotros.
!. Deja de llorar hermano !,
y busquemos el destino,
pidamos al Dios, soberano,
que nos alumbre el camino.
Ella como siempre, hermano,
nos dará su bendición,
que el futuro está cercano,
me lo dice el corazón.
Seamos optimistas,
y miremos el mas allá,
seamos dos progresistas,
que nuestros destinos es para ya.
Miremos hacia el cielo,
donde se encuentra mamá,
la que nos da el consuelo,
para en la vida triunfar.
Por Manuel Palacios.
- Autor: Manuel Palacios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2012 a las 12:56
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 52
Comentarios1
Triste perder a una madre. Y tener fuerzas para luchar en su nombre.
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