Hoy descubrí por vez primera la falacia
la desatinada mentira disfrazada de cotidiano
hoy, cuando recogí del suelo la vergüenza
y me la puse por sobre la ropa empapada de sudor
del laborioso esfuerzo que me alimenta
para encumbrarme en este empleo de todos los días
en este empeño a que nos fuerza el destino
todas las veces que queremos
que anhelamos, que soñamos
con ese irracional hechizo esquizofrénico
que se llama dinero.
Hoy me percaté que era verdad
me vestí de hombre, de obrero, de esclavo
de las propias mentiras que me dije
sin pensar, sin rumiar esta idea indescifrable
aquella vez, en otro sitio, donde inanimada
era el material de estudio predilecto de los políticos.
Hoy me percato de que la plusvalía
es un instrumento más vejador, elástico
y conveniente para muchos,
¿porque no hacerla mía alguna vez?
La moral se revienta contra el piso
y los sesos en la hojarasca se disfrazan
como el humus en el páramo,
donde nadie lo ve, ni lo cuestiona
ni lo encumbra y arroja luz sobre los guijarros
porque eso somos, la materia prima
para los guijarros y para el oro y el lustre
y la lujuria en una ciudad iluminada, majestuosa
llena de patrones como este
donde con cada gota de sudor
se fabrica un oro impúdico.
Por eso me levanto y recojo con decoro
las trizas de mi vergüenza
los ascos de mi moral de otro lugar
lejano, taciturno, innombrable
ahora que no lo necesito
atisbo a percatarme de algunas bonanzas
plebeyas llegan a mi
y me guardo de quejarme
que es de estériles y de lacayos
por eso callo y miro el amanecer
y regreso a este lugar
cada día a envilecer
esta ciudad, otros bolsillos
mientras el sudor que me baña
me acerca más a un hombre normal.
- Autor: Frankoo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2012 a las 21:58
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 84
Comentarios3
Exelente poema ...‼
Me alegro por vos
de haberte vestido de obrero
y descubrir la vergüenza de la moral
falacia que esclaviza y enseguese al
hombre que no sabe del sudor y dolor
de sobrevivir con vergonzosa paga
Un abrazo
La moral se revienta contra el piso
y los sesos en la hojarasca se disfrazan
como el humus en el páramo,
donde nadie lo ve, ni lo cuestiona
ni lo encumbra y arroja luz sobre los guijarros
porque eso somos, la materia prima
para los guijarros y para el oro y el lustre
y la lujuria en una ciudad iluminada, majestuosa
llena de patrones como este
donde con cada gota de sudor
se fabrica un oro impúdico.
Es la verdad y muy bien d¿icha.
besos.
Gracias negrita y Luphin por sus comentarios, realmente es así una verdad que nos da en la cara todos los dias.
Abrazos
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