No sé cuáles son los colores del atardecer,
creo que una luciérnaga triste me llama,
estoy oculto debajo de las piedras aturdidas,
es la noche eterna que se aproxima.
Con su enorme silencio en el alma
las aguas empiezan a envejecer.
No hay sabiduría en las palabras,
todos te miran, nadie te habla,
sobran las hojas de inviernos dulces,
nadie escucha aquellas canciones,
poco importa el calvario, las cruces,
tus lágrimas sin motivos, tus oraciones.
El "yo" se confunde con el universo,
cada vez se acerca la totalidad,
es la tarde que nos acaricia suavemente.
Las aves cantas hermosos versos,
las olas anuncian la eternidad,
nos dormimos cansados, lentamente.
- Autor: Gerardo Barbera (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2012 a las 16:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 217
- Usuarios favoritos de este poema: zarita, Violeta
Comentarios6
SOBRAN LAS HOJAS DE INVIERNOS DULCES .... DULCES SUEÑOS
ME ENCANTO LEERTE POETA
LINDO DÍA
ABRAZOS DTB
No hay sabiduría en las palabras,
todos te miran, nadie te habla,
sobran las hojas de inviernos dulces,
nadie escucha aquellas canciones,
poco importa el calvario, las cruces,
tus lágrimas sin motivos, tus oraciones.
Bello tu poema amigo
aunque triste muy hermosas letras.
mi abrazo...sol
AUNQUE LAS AVES LOS CANTAN SON UNOS TRISTES VERSOS .. BELLA EXPRESIÓN DADA...BESITOS
muy bellos versos ,te felicito
abrazos ,marie clémentine
HERMOSO POEMA UN POCO TRISTE PERO BIEN DELINEADO
BESITO
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