Ausente, pero siempre presente, intentando escribir algo que llamamos poesía.
Suspiros del viento,
al contacto con la piel
de una hermosa mujer,
aquella que condenada por
una forma de sociedad,
no muy complaciente
sino para sus efectos,
mujer atada a principios
y reglas por tantos años
de colonialismo,
te obliga sin permiso
a actos religiosos
que testaferro el cura
te indica.
Si de la mano vas,
con algún jovenzuelo,
qué dirán, te obligarán a
decir lo que no hiciste y
a callar no que no has hecho,
tanto tiempo llevas en la
sociedad que te condena,
tus actos, no son tuyos,
son ajenos, no respondes
por tu vida.
Un buen día,
en el vértigo del tiempo,
una voz te grita,
llegando a ti
en un trozo de papel
que te dice:
¿quiénes son ellos?
Soy lo que soy
y no por siempre seré.
Tu garganta en un alarido
de voz,
para siempre roto el mutismo,
hablará de ti,
ya sin dueño, sin sociedad,
sin escuchar lo que no quieres,
para siempre libre tu ser.
Reservados todos los derechos de autor:
Carlos Dos Santos Daniel
- Autor: Carlos Dos Santos Daniel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2012 a las 19:14
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 100
Comentarios1
esto siempre pasa, en un gran dilema, ya que siempre hay alguien que esta pendiente de lo que hace el otro, olvidando lo que personalmente hace buen poema
Gracias amigo, igual pienso yo, saludos, un abrazo. CDSD.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.