Es un deseo querer cambiar el mundo
y lo tomamos como una meta para poder avanzar
para poder soñar, y llevar consigo esta realidad
que nos sumerge, y nos somete;
a las normas marcadas del pensamiento, de un razonamiento
qué forma parte de nuestro convivir diario.
Pero el tiempo pasa y las horas se consumen,
nuestras ideas se trastornan, y los hechos cambian
estáticos estamos; mirándonos a ese espejo
de injusticia, poder, riquezas, fama y gloria;
sintiéndonos inerte ante lo sucedido,
buscando protección en esa sombra extensa,
sangrando de esta manera las heridas provocadas
por el sistema de cosas que implora en la actualidad,
nada estamos haciendo esa es la realidad;
mientras nos dejamos llevar por ideales formadas
por filosofía humanas
¿y qué es la filosofía del hombre?:
Un engaño, simple estrategia para atar a las sociedades,
es como la nada que se extingue en el vacío,
es así como yo pienso,
y con lo que escribo me siento vivo.
Aunque la alegría me abrase,
sigo consternado por este mundo afligido,
nos encontramos confundidos sin hallar otro camino,
somos títeres de esta cruel realidad, ante la cual no podemos escapar.
En lo mismo estamos en nada hemos cambiado,
mientras los años transcurren
volviendo a la repetida historia de siempre:
Seguimos sin saber cuál es nuestra misión
y en que consiste nuestro arduo trabajo,
seguimos sin entender,
en que se basa el esfuerzo que ha diario hacemos para sobrevivir.
- Autor: Luis Alcívar (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2012 a las 09:31
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 76
Comentarios1
ahhh, quizás tengas razón,
en que se basa la realidad en ser real,
quizás la vida, quizás la vida hay que vivirla,
y no vivir por vivir,
sentir la vida, masticarla y vomitarla
y no tragarla sin sentir su sabor,
me puedo suicidar, me puedo enamorar, me puedo ahogar, me pueden atropellar, me puedo contagiar de felicidad, trabajar, y esperar el último aliento, todo lo que sea y en lo que se quiera,
pero, para que pensar que somos ratones de laboratorios del destino,
sí esta vida es una,
y hay que vividla,
de alguna manera todos tenemos una...
aunque también es válido pensar para qué...
Pero sabes mi padre me respondió eso...:
el me dijo:
que la vida de él, su propósito, por el que trabajo, fueron las semillas, sus hijos, ese era el aliento de él, esa es la esperanza de él...
de algún modo me respondió y me dejo callado...
Y bien tu prosa deja ese sentido de reflexión, pero mi padre tiene la respuesta...
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