Aguerrido y valiente tomas la espada para atravesar
los desconocidos caminos sinuosos de una ciudad oscura,
que tiene el misterio de la luz tentando a conquistarla,
derrocando la actual autoridad…
La ruta tiene trampas de rocío que hacen resbalar a los mortales,
vientos que simulan gemidos de mujer en cataclismo,
silencio ensordecedor que extasía y doblega fortalezas corporales,
baches de oquedades repletos de lluvia donde caes
aliviando en el barro tus rodillas ensangrentadas…
Tu visión no divisa el confín del camino.
El fin es una calle ciega donde esperan mis ojos,
que han visto en el cristal de la niebla,
sobre la inmensidad de la noche, el reflejo de tu nobleza.
Asumes la ventura de ser prisionero y tener dos barrotes.
Tu silencio orgulloso es una súplica,
pides por piedad -para tus heridas-
la sanación despiadada de mi lengua aterciopelada.
Ni escucho, ni tengo misericordia.
Haz de pagar la afrenta y la osadía
de invadir las vías desconocidas
y esconderte en las grutas de mi Olimpo .
Te arrastrarás por el desfiladero de cúspides inclinadas
para beber de mis coronas y, si resistes el empedrado,
te enviaré sobre mi barca a pelear en el mar
contra todo su ejercito de olas, donde enfrentarás mi tormenta,
el ir y venir de mi marea, con un solo remo.
Y si aún así, no quisieras la redención e insistieras
en habitar en el ombligo de esta morada, ausente de un Dios,
si no te pierdes en los densos laberintos ensortijados,
si el deseo te asciende y subes las laderas que me sostienen
dejando gotas de sudor de tu inagotable combate,
si conquistas yacimientos de blancos diamantes
para ofrendarlos al centro latiente de mi tierra,
si sobrevuelas el vértigo, cantando el alarido victorioso
sobre la noche desnuda...
Entonces, te daré a mi lado génesis e inmortalidad,
Omnipotencia, vino y frutas del trópico,
mi tierra en toda su inmensidad ,
Filo a tu sable, para que escribas tu nombre en mi piel,
Danzaré para ti con candelabros sobre mis senos
y en alguno colocarás un Cirio que derrame
las gotas espesas de cera ardiente
como un torrente de fuego para encender la eternidad.
Mariana - Venezuela.
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Autor:
Trovardiente (
Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2012 a las 12:38
- Comentario del autor sobre el poema: Pueden visitar la pagina donde está publicado a través del siguiente enlace: http://trovadicta-trovardiente.blogspot.com/2012/02/fuego-eterno-mariana-venezuela.html
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: SelenioE
Comentarios1
Bienvenida, amiga. Pero qué sorpresa mas grata! Te deseo lo mejor aquí en éste sitio. Aprenderás un montón de cosas y conocerás a muy buenos poetas.
Un gran beso y un fortísimo abrazo.
Gracias Sele, recordé que estabas por aquí y me uní. Fuerte abrazo para ti también.
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