La línea trazada

Existen líneas que, amiga mía fueron trazadas

Haya en el cielo al principio de los tiempos

Para que dos almas que vagando, descarriadas

Pudieran conocer sus sentimientos

Y según el plan, algún día se reencontraran...

A través del amor?  No se... nunca dijeron

O acaso a través tan solo de amistad sincera

Para que las almas que antes de nacer se conocieron

Encuentren en vida, antes que una muera

La palabra y la caricia, que en afecto se fundieron...

Tal cual, me siento al descubrir tus pensamientos

Como alma a quien la sed, ya le mataba

Y ansiando encontrar alivio a su tormento

Buscaba  en libros, y códices, los cuales devoraba

Y sacio su sed, al conocer tus sentimientos...

Yo debo entonces, o tal vez tú, en desafío?

A la deidad que preparo el encuentro

Retar y combatir, contra el destino tuyo y mio

Que entre los dos hoy se haya justo al centro

O luchar, por el encuentro que yo ansió...

Conocernos? Y para que... no se, lo desconozco

Lo sabes tu? Te ruego me lo digas

Pues yo, insignificante, siempre  como un mosco

Hoy cual un cachorro que mendiga

Quiere ser de tus pupilas, vago reflejo tosco...

Y sin pedir nada,  pues nada es lo que merezco

Sino tan solo reflejarme en tu mirada

Pues cada día que pasa ya siento que perezco

Aun sabiendo que soy para ti, menos que nada

Quisiera verte, lo cual seria para mí...  como aire fresco.

Y si acaso amiga, al conocerte deslumbrante

En cuerpo y alma quedara yo de ti prendado

No seria nuevo, pues seguramente desde antes

En espíritu yo estaba enamorado

Igual que hoy, como  un loco febril y delirante...

...Mas todo esto, no es mas que idea vana

Lo reconozco, tristemente y lo acepto como tal

Seré capaz en esta forma tan humana?

De renunciar a lo que ansió, y hacerme un mal

O correr tras  esas letras, que a mi vida hoy engalanan...

Resultaste para mi, bella y dulce quimera

Y a mis escritos  tristes, diste alegría

Desde que vi, esos tus ojos de hechicera

No dejo de pensar en ti, ni un solo día

Y será asi, lo prometo, hasta  el día en que yo muera.

                               Eric Lenin Camejo Ocaña