Me enseñaste a dar un beso con amory a tu querer perderle el terror,aprendí a ver las estrellas en tus ojosy a controlar frente a ti mis enojos, me instruiste para ver la noche en tu cabelloy cómo recorrer cada lugar de tu cuerpo,supe ser un amigo incondicionalun amante sin medida y sin par. Fui tu docto en el amor,que aprendía cada paso sin control,que imaginaba siempre lo mejorpara tu corazón y que jamás tuviera dolor. Tú siempre fuiste todo para mí,fuiste mi mujer incondicional.Creí que a tu lado nunca iba a llorar sólo conocería el amor por toda la eternidad.Tú me demostraste lo contrario,tu desprecio me llegó a matar. Niña de mi almaahora sólo te imploroenséñame a olvidarte. Pues tú que me enseñaste el baluarteque tenía aquel inmenso cariño,con el que reíamos como si fuéramos apenas unos niñosy soñábamos con la eternidad juntos alcanzar.Durante ese largo camino, no me dijiste si ese ser divinome iba a apoyaren el momento de que me dijerasque todo habría de terminar. Pues ahora despierto soloy tú mitigas tus errores diciéndomeque el tiempo cura todo. Y ahora que tú no estás aquíno tengo quien me instruya y me diga cómo dejar de amartepara sobrevivir cada instantey a tu amor perderle el baluarte
- Autor: Armando Sosa Bocanegra ( Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2012 a las 03:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.