No busqué tus manos
ni tus ojos
ni tus labios,
te miré la frente
pálida y perlada,
sentí en mi pecho
la opresión de tus cadenas,
quise, entonces,
preguntarle al corazón
pero sólo encontré
un ánfora en pedazos
donde dormía
una paloma azul
que emprendió vuelo
y me dejó la nada.
- Autor: angelab ( Offline)
- Publicado: 23 de septiembre de 2009 a las 09:59
- Comentario del autor sobre el poema: A veces sólo una ojeada basta.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 70
Comentarios2
Precioso
Felicitaciones
bonito poema me gusto...un abrazo
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