La lluvia tropezó en alguna nube y comenzó a caer, sin objeciones. Así como cae el tiempo en un reloj de arena, así como cae el viento. Tal vez se distrajo en auroras que, inocentes, añoraban soles. Tal vez se fugó escuchando sirenas, tal vez simplemente sólo sintió el sueño.
Nadie reparó en su mensaje eterno y desvelado, sumamente sincero (nadie es capaz de entender ese rito incesante y sublime). Puede que el cielo prepare la escena de nuevos momentos. Puede que el Dios de mi alma esta noche esté triste.
Y llega el canto que suena a tierra mojada, que sabe a tejado violento. Retumba en el eco sin decir nada, nada más canta porque cae del cielo. Y llega el canto que aturde mañanas, que sueña con ojos abiertos. Despierta en el ceño de alguien que calla y duerme en sus ojos de cielo.
De momento una brisa que trae claridad me arrastra hasta la cama. De mi parte yo sólo espero el regocijo que me lleve a soñar.Pero el agua sigue danzando dulcemente frente a mi ventana. Como si fuera a aliviar mi mañana, como si fuera a traerte hasta acá.
Si fuera posible reprimir el miedo que inventa situaciones (el perfume de tus labios perdura en mi boca y se aletarga)...Tus manos no sentirían mi cuerpo, tus ojos no escucharían mis canciones. Serías por fin el silencio que inunde por siempre mi alma.
Y llega el canto que suena a tierra mojada, que sabe a tejado violento. Retumba en el eco sin decir nada, nada más canta porque cae del cielo.Y llega el canto que aturde mañanas, que sueña mis ojos abiertos. Despierta en un cuento de hadas y cierra tus ojos de cielo.
- Autor: Nicolás Granados (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2012 a las 10:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
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