Hoy dormiré con la ventana abierta de mi boca,
si en medio de la noche blanda se escapa
el balbuceo continuo de tu nombre ,
despertaré a la mañana siguiente
con la garganta seca, con el dolor en la tráquea
por no poder llamarte.
Sobre esta quietud profunda descansaran
tus oídos del hastío de mis palabras,
de la tenacidad del timbre de mi voz
que acaba siempre con tu paciencia.
Estaré tan mudo como el teclado
de la máquina en la que escribes
a quien esperas te responda con lo que
sólo a ti te importaría escuchar.
Callarme será un acto de contrición,
que me sujetara a hacerme la idea
que nunca debí romper con el silencio,
del cual ya te parecía la mejor forma
de comunicarme
contigo.
- Autor: seateen ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2012 a las 03:48
- Categoría: Triste
- Lecturas: 62
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