Tengo miedo de tu mirada
de ese abstracto y pálido brillo
que en espejos rotos
convierte la alegría,
como menguante luna fría
que en invierno acaricia
los cabellos del viento.
No he encontrado palabra alguna
que pueda aniquilar amadamente
ese tormentoso silencio encajonado
entre cien paredes de roca pura.
Son tantos los poemas escritos,
y otros tantos los pensados,
todos vienen desde el vientre
trágicamente condenados,
paridos con una cuerda al cuello
que los destina a morir en el intento
como hombres sin patria,
como heroes desconocidos
como abrazo a soledades.
Tengo miedo mi niña,
de estas manos que sudan,
de no volver a enamorarme,
de enamorarme tan solo de tí,
de ser igual a mis poemas,
de morir sin oportunidad alguna,
de ser tan solo
poemas muertos.
Comentarios3
Excelente! Me encantó!. Gracias por compartirlo.
Un abrazo!
Poema extraordinario que encierra verdades muy profundas.
gusto ha sido leerte
Bueno, no tengas miedo, que un poema de los tuyos, nunca sera muerto, están llenos de vida, fuerte y lindos...
Un abrazo...
Gracias amiga!!!
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