No te quise mirar amada mía,
empapada en tristeza, de soledad
aterida.
No me quise atrever a mirar
en tu entraña, y hurgar presuroso
tu corazón herido.
Me quedé en la orilla de tu ancestral
vacío, que sembrara un fantasma,
de el ayer perdido.
Yo detuve mi paso, al mirar la tristeza
en tu rostro de niña; --¿cuantas veces
burlada, cuantas veces mentida?—
Yo venía de un tiempo de vergüenza
y heridas, extraviado el camino, te cruzaste
en el mío...
Yo venía de un tiempo, extrañamente ajeno,
fantasma doliente en árido camino,
desolación y hastío en mi sino.
Mortaja despojada de brillo, oropel ausente,
solo huesos, solo frío, envuelta en desleales
devaneos, en sórdidas mentiras .
Nave sin rumbo, timón herido, angustia secreta
navegante extraviado, buscaba sin saberlo
el remanso de unas manos y de un nido.
Viajera austral, lánguida y tranquila,
la mirada ausente, apenas el latido
como rumor tenue, lívido .
Viajera insomne, en tu rostro inexpresivo
huellas de tiempo, de quebrantos y suspiros,
extendiste tus manos conmigo..
Una tarde noche de abril al abrigo, del cocuyo
la luz se encendió y nos vimos
y te vi y me viste y quedamos entonces unidos....
En el invierno de tu ausencia...
Juan Armando
- Autor: Nosotros (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2012 a las 20:17
- Categoría: Amor
- Lecturas: 100
Comentarios2
bello poema nos has traído hoy, me gusto mucho leerte cuidate mucho paz
k.M52
Gracias por pasar por aqui. Feliz semana y grandes bendiciones para ti.
VELLOS VERSOS
ME ENCANTO TODO UN POEMA BIEN DISEÑADO
ABRACITO.
Gracias...por tu comentario. Muchas bendiciones
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