Ay, y el silencio, ¿qué más podría decir?
Represión y cólera brotan cuando esa cuerda
Inalcanzable, inquebrantable,
Sensiblemente vibra,
Aquella a la que nada toca,
Afinada en el abismo sin fondo,
Desdeñoso, que se esconde dentro de mí.
Entonces huyo,
Nadie debe escucharme,
Desde lo más dentro de mí,
Como el agua que se desborda,
Huyo.
Huyo adonde no sé donde es.
Adonde algún lugar que tal vez no sabe si existo,
Me espera.
¿Y acaso existirá ese lugar?
Ese enemigo que no sabe quien soy,
No sabe qué sé yo de él.
Aun así, nos conocemos.
Y reconoce mi rostro igual que la palma,
Como yo reconozco su rastro,
Dentro,
En el alma de carne que quiere ser mía.
Y el alma de carne ronca,
Y yo escribo para no quitarle el sueño,
Esto nunca lo entendería.
Puedo olerlo.
Tendría que escribir esto.
Estaría escrito
Que tendría que escribir esto.
Una y otra vez
Hasta el fin de los tiempos.
Ay enemigo mío.
Te regalo entre mis versos,
Frente a frente,
algo del suspiro de sus besos.
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Autor:
Andres Zaabat (
Offline) - Publicado: 26 de marzo de 2012 a las 14:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: lyi roseblue
Offline)
Comentarios2
¡Qué buen poema Andrés! y cuánto entre líneas, cuanto para ver la claridad de lo que se siente ante un "enemigo íntimo"
Un abrazo
"Ay, y el silencio, ¿qué más podría decir?
Represión y cólera brotan cuando esa cuerda
Inalcanzable, inquebrantable,
Sensiblemente vibra,
Aquella a la que nada toca,
Afinada en el abismo sin fondo,
Desdeñoso, que se esconde dentro de mí." Poeta Andres,amigo,letras que salen del alma,dedicadas a un enemigo interno que lleva con pesar cual abismo profundo y sin fondo,al cual se le regalan besos,amor para que emerja de esa profundidad,se convierta en perdón y quede en el pasado,dejando solo amor en el presente.Excelente día y que Dios te colme de muchas bendiciones.
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