Vencido el miedo de entregarme,
en los abrazos de tus besos
me dejé quemar.
Como humo que se eleva
el cielo contigo alzancé tocar.
Aprendí a fuego lento
lo que significaba: Amar.
Ahora duermes a mi lado sin reparar
en que mi sombra te abraza,
que necesito de tu respirar.
Pero mi alma no para de llorar,
desde el día que me confesaste,
no amarme más.
- Autor: Alex (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2012 a las 00:11
- Comentario del autor sobre el poema: Solo fue un desahogo, de el ahogo que causa la máscara de ocultar cuando aún amas a quien no te quiere más.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: zarita, [email protected]
Comentarios3
Bello
Muchas gracias
Escribir esos ¨ahogos¨te ayudará y mucho.
Un abrazo
Sí, tienes razón, ... en cada uno se puede respirar un poco más profundo de nuevo.
Gracias y un abrazo para ti.
se dice un dicho donde hubo fuego quizás cenizas quedan, pero después aprecie tu final triste que dice que no te ama que mas amigo no que da que resignarse
Lo conozco y sí, cuando hubo amor; cuando se amó, quedan pero esas deben esparcirse al viento. Cuando no lo hubo... queda en uno el vacío.
Gracias por comentar.
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