Se le agotó la juventud buscando mi pan
Y no solo el alimento sino también mi cobijo
Mis maestros, mi techo,
mi agua fresca y mi abrigo.
Lo dejó todo, para traerme hasta aquí
se le cansaron las manos,
se desgastaron sus bríos
sus reflejos se durmieron
mientras crecían sus críos
muchas veces persignándose le miré rogando al cielo
para que no me faltara lo que no tuvo en sus tiempos
hoy le siento en aflicción,
como rasgando energías de su ancho corazón
y se le asoma en el rostro una gran satisfacción
mira correr a sus nietos,
salta con cada tropiezo
que le roban las sonrisas
se le fue el tiempo deprisa
Amoldando sus traviesos
pero aun quiere muchos de esos
porque serán su alegría
cuando ya la historia mía
Desvanezca sus esfuerzos
Es mi faro es mi guía
Es mi manantial de besos
Es mano fuerte de día
Y es caricia de mis cuentos
Su lucha es por siempre mía
Como míos son sus sueños,
Un día se irá sin regreso
Como ave ya extinguida
Saltaran dentro de mi pecho
Su eterna sabiduría
Y le buscaré en los versos
De una hermosa poesía.
- Autor: ELIS MANUEL RODRIGUEZ M (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2012 a las 11:01
- Comentario del autor sobre el poema: A mi padre por haberme inculcado la poesía sin intención, por empeñarse hasta sus últimos suspiros en que no me faltara su sonrisa alimento de aquella adolescencia en la cual lo vi partir. a ti papá muchas gracias por lo que hiciste por mi.
- Categoría: Familia
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Winda
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