De mi mesa te retiras irónicamente alegre,
al alejarte tus pasos acusan en sus talones
las migajas que pisaste del pan que te comiste a medias,
del que desperdiciaste,
de mi corazón hecho de levadura de cariño.
Cualquier comensal dejaría la propina
discretamente sin ofender a quien lo atendió
en varias monedas que supondrían una buena
compensación por el servicio.
Pero tú no,
supongo que no tenías cambio
ni para tu propia persona y por eso mi mesa
está desolada .
Sólo me queda sentarme en tu lugar y terminar de comer
las sobras de lo que pediste y que te dí,
acompañadas con un té amargo de mis lagrimas.
Y aunque duela a cada mordida recordar,
que las penas
con pan son buenas.
- Autor: seateen ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2012 a las 15:30
- Categoría: Triste
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: Rocío V-P.
Comentarios2
Hermoso en su azul!
Saludos!
R
gracias por el comentario!!!!
un abrazo:
COMPLETAMENTE DE ACUERDO!!!, GRACIAS POR TOMARTE TU TIEMPO PARA LEERME Y POR TU COMENTARIO, SALUDOS.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.