La guitarra de ella, sólo de ella,
Dios en las cuerdas, sólo Dios,
mío el sentimiento, sólo mío,
entre mis brazos tiento,
recorro, la extraño.
No lloro la distancia,
es por ausencia de regreso
y el remanente,
alérgico a otros lazos
en nocturnos desvelos
anclaron mis versos
mientras ella horizonta
gaviotamente......
La existencia, ¡ah,la existencia!,
excursión a lo inquietante,
diáspora de sentidos
a no sé donde,
imágenes insistentes
asedian, preguntan,
ignorantes respuestas
esquivan, no responden.
Voy arrastrando carreta
de huesos sin calcio, es grave
soy verdal a mis años
por dentro y piel
que no resiste
recuento.
Hoy que en todo soy menos
nada más un poco más
no es suficiente,
reniego de la cordura,
visítame luego,
necesito olvidar
naufragios
de la mente.
- Autor: Carlos Roman Ramirez ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2012 a las 05:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 76
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Un bello canto poetico a la tristeza.
Saludos.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.