A Ricardo Vladimir,
grandísimo amigo mío.
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Cuando tú quisieras encontrarme,
aunque no te prometo mi presencia,
ni la fortuna que te di con ciencia;
súbete a las alas de cualquier ave.
Ya tú sabrás lo que la muerte sabe
y pensarás mejor de la existencia,
pues nada es, faltando el cuerpo, la esencia.
Para sentir amor, ardor: la carne.
Te devolveré, si nos encontramos,
para que sigas sintiendo dolores
y sobre paredes, felicidades.
Por última vez sentirás mis manos.
Saldrás de mi sombra, verás colores.
Ya no, por mi ausencia, serán tus males.
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Cuando, yo muerto, encuentres buganvilias,
seré en tu presente y en tu cara de luto,
esa hermosura de flor dura -y puto-
la que te enamoraba y tú sabías.
Cuando me llores siempre en mi capilla
serás víctima de mí y habrá susto,
luego en tus manos sentirás agusto
especie de fantasmas de semillas.
Y sembrarás, encima de tu miedo
y en la humedad que a todos nos dispara
con la esperanza de llegar al cielo,
en el relámpago; la flor rosada
y esperarás la muerte desde el pelo
y con los ojos cerrados en tu almohada.
lll
¿Te acuerdas de ese ruido de la lluvia,
cuando corrimos hacia Bellas Artes?
Si lo tienes presente, aquí te partes;
pues ya no soy Ciudad, soy Muerte Rubia.
Mis venas son huecos, parecen gubias
quietas, plateadas, hundidas edades.
Y la nostalgia en anualidades
será presente en dibujo de jubia.
Pero si de mí un recuerdo nocturno
te matara hasta la Frida engendrada;
tendría razón mi muerte, tu memoria.
Regresaría tu pensamiento puro.
Tendrías sonrisa distinta y abonada
y no defunción sino tu victoria.
- Autor: Eduardo Urueta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de abril de 2012 a las 00:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: PETALOS DE NOCHE, El Hombre de la Rosa, [email protected], Carlo Enrique
Comentarios3
Fabuloso poema que encanta el alma de los poetas.
Hermoso todo amigo mio.
Saludos de amistad y afecto.
hermosos sonetos amigo un trabajo bien costoso pero bien trabajado
Es una gran vuelta amigo Eduardo. Por este medio te seguiré hasta que se me agoten los ojos.
Muchas gracias amigo.
Te mando un muy afectuoso abrazo
Y este se recibe con otro amigo.
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